El Real Madrid se llevó en El Madrigal un puntazo de escándalo en un partido marcado por la desastrosa actuación de Sánchez Martínez. Los blancos, con un sobresaliente segundo tiempo, merecieron ganar al Villarreal con una notable actuación de Bale, que tuvo tres ocasiones clamorosas que abortó el meta Rulli, el mejor de los locales. El equipo de Ancelotti afronta la final de París con la confianza de haber recuperado sus mejores sin sensaciones… menos la puntería.
El Real Madrid llegaba a Villarreal huérfano de Benzema, que es como si a Pedro Sánchez le quitas a Tezanos: le falta el que lo cocina todo. Karim fue gato antes que fraile, pero ahora es el cocinero que liga todo el fútbol de ataque del equipo de Ancelotti. Su ausencia no tiene arreglo para un equipo que no anda sobrado ni de talento ni de gol. Debió pensar Carletto aquello de los grandes remedios para los grandes males, así que se le ocurrió poner a Bale de titular en el hoyo 1. Y de delantero centro, así que más que bajo par, con un par.
Además del hombre invisible, Ancelotti demostraba tener un ojo puesto en París al dar descanso al viejo Modric y colocar en su sitio a Fede Valverde, futbolista vigoroso e infrautilizado por Carletto. También era titular Marcelo porque a Mendy había que reservarlo para la Champions. Con esos retoques el once del Real Madrid ante el Villarreal quedaba como sigue: Courtois; Carvajal, Militao, Alaba, Marcelo; Casemiro, Kroos, Valverde; Asensio, Vinicius y Bale.
Enfrente el Villarreal de Emery sin Gerard Moreno, que ya pescó un empatito en el Bernabéu y amenazaba con repetir en El Madrigal. Salió mandón y pronto arrebató la pelota al Real Madrid. Y pronto se vio dónde estaba el agujero negro de la defensa blanca: en Marcelo. Chukwueze lo aprovechó en el minuto 5 y se plantó solo, tras sentar también a Alaba en el área. Courtois salió a sus pies y evitó males mayores.
VAR, con ‘V’ de vergüenza
En el 14 Sánchez Martínez y el VAR se comieron un penalti escandaloso de Albiol a Vinicius. El central se desentendió de la pelota y le metió un codazo al brasileño tan obsceno como estúpido. El colegiado no lo vio y los del VAR, que estarían pidiéndose un cubata, no lo quisieron ver.
Reaccionó el Villarreal, que tuvo una clara ocasión para hacer el 1-0 en los pies de Danjuma, que sentó a un desubicado Alaba y se sacó un disparo dentro del área que se estrelló contra el palo derecho de Courtois.
El partido se enredó entonces con un pelotazo alevoso de Carvajal a Lo Celso. Se formó la tremolina y Sánchez Martínez lo resolvió con sendas amarillas para Militao y Foyth, que llamaron mucho la atención y se comieron la amonestación. Igual que Asensio, que pisó a Iborra y vio una amarilla que pudo ser roja sin ningún problema.
De nuevo el Real Madrid volvió a salirse del partido, lastrado por esa zona cero que defendía Marcelo y que gobernaba Chukwueze. El resto del equipo se solidarizó para achicar agua por la izquierda. En el 42 la tuvo Bale, desaparecido hasta entonces. El galés aprovechó un balón largo de Casemiro, la pinchó con la derecha y se sacó una media volea en el mano a mano que salvó Rulli atentísimo.
Desastroso Sánchez Martínez
De nuevo Sánchez Martínez se comió una roja, esta vez de Parejo por un bofetón a Vinicius, en las postrímerías del primer tiempo. El VAR ni estaba ni se le esperaba. Y con esa nueva acción polémica nos fuimos al descanso en un partido intenso y feo, enredado y marcado por la pésima actuación del colegiado que, presuntamente, es el mejor de España. Ese es el nivel.
El descanso calmó los ánimos y regresamos con un partido más táctico y menos enredado. Ancelotti puso a calentar a Modric para intentar cambiar las cosas. Asensio tuvo una buena ocasión en el 49 tras un buen pase de Marcelo, pero su disparo se marchó por encima de la meta de Rulli.
Respondió Lo Celso con una buena maniobra que metió el miedo en el cuerpo al Real Madrid. Y luego Bale pudo hacer el 0-1 en el 55 después de una contra que aceleró Vinicius y que abrochó el galés con un disparo seco que desvió Rulli para estrellarlo en el travesaño.
La ocasión espoleó al Real Madrid, que tuvo dos minutos después la más clara del partido en un mano a mano que Vinicius no resolvió bien ante Rulli, que le acortó el espacio. El brasileño tiró al muñeco con en los viejos tiempos y perdió la ocasión de hacer el 0-1.
Perdona el Madrid
Con el Madrid desatado y el Villarreal confinado en su campo Bale tuvo otra vez en sus pies abrir el marcador, pero su disparo con el exterior lo sacó con agilidad y reflejos Rulli. Los de Ancelotti se merecían los tres puntos, pero les estaba faltando puntería. Y se le iba consumiendo la segunda mitad con mucho dominio pero sin gol.
En el 73 Ancelotti quitó a Bale, el mejor del Real Madrid, para meter a Jovic. Y un poco más tarde a Modric y Rodrygo por Valverde y Asensio. A los blancos, muy superiores en la segunda mitad, se les acababa el tiempo, así que su técnico metió de golpe a Nacho por Marcelo y a Hazard por Vinicius.
El Villarreal sabía que le tocaba guardar la ropa porque si no corría el riesgo de ahogarse en la orilla. Apretó el Real Madrid hasta el final, incluido un disparo al larguero de Jovic, pero no pudo con los de Emery. Los blancos se fueron con un puntazo de escándalo de El Madrigal y con la sensación de que el martes van a dar guerra en París. Y mucha.